Hijo de artesanos su oficio es el de ebanistería y le da un toque creativo que convierte su producto en obras de arte.

Se formó en la Escuela de Arte Manolo Blahnik y se dedica a este oficio desde los 17 años en su taller Cornamusa, trabaja «un poco a la forma tradicional de la carpintería canaria, con los mismos métodos de ‘engastre’, ensamblando las piezas sin utilizar tornillos, solo con el encaje de la madera», comenta.

Su producto se basa en la fabricación de cajitas de distintos tamaños, juegos de lógica, pendientes, maceteros, y todo lo que esté relacionado con la madera. Y es que este material está tan vinculado a su vida que su propio nombre, Ilan, significa ‘madera’ en hebreo.

El trabajo de ebanistería se considera más artístico que el de carpintería, del que se diferencia por producir muebles más elaborados y exigirse en ocasiones

la participación de especialistas para algunos acabados, como son tallistas, torneros o taraceadores.

Se emplean maderas de calidad, creando muebles completos, sean modelos únicos o fabricados en series reducidas, empleando técnicas manuales en diversas fases de la producción.

Proyecto Financiado por la Consejería de Turismo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias.